domingo, 21 de enero de 2018

VEN Y VERAS; VINE I VEURAS, Parroquia N.S. Salas (Viladecans) 19 de enero de 2018



Guion 40º - Comienza la proclamación y 
llama a sus primeros discípulos.
Evangelio de san Marcos 1 14-20
                       19 de enero de 2018 Parroquia N.S. Salas

Continuamos con la iniciativa de trabajar las lecturas que se proclamarán el próximo domingo. Hoy os ofrecemos la lectura del Evangelio de Marcos en el que Jesús comienza la proclamación y en el que llama a sus primeros discípulos.

En la lectura de hoy da comienzo una nueva etapa: la intensa actividad de Jesús en Galilea, que empieza precisamente cuando termina la de Juan el Bautista.

Proclamar o predicar es la actividad principal de Jesús.
Se ha cumplido el tiempo.

Empezaremos poniéndonos en actitud receptiva.
Para ello nos relajaremos unos minutos.


“Lectura del Evangelio de san Marcos, 1, 14-20

Después de que Juan el Bautista fuera entregado y arrestado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía:
“Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio”
Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores.
Jesús les dijo:
“Venid conmigo y os haré pescadores de hombres”.
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes.
A continuación, los llamó dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con Él.

COMENTARIO DEL EVANGELIO PROCLAMADO
Jesús comenzó su misión con un propósito muy claro: 
anunciar la buena noticia de la llegada del reino de Dios.
En aquel tiempo era más comprensible este lenguaje, porque el pueblo de Israel esperaba que se cumplieran las promesas que Dios les había hecho. Por eso, sabían qué era eso del reino de Dios.
Jesús anuncia la llegada del reino, pero también recuerda a la gente que tienen que reaccionar; deben poner de su parte fe y conversión.
No es una obligación pesada; es una necesidad que llenará sus vidas de sentido.
La causa es tan importante que Jesús busca colaboradores desde el primer momento.
El reino de Dios no es un lugar, sino una experiencia de vida bajo los parámetros del proyecto divino, y la presencia de Jesús hace cercano ese reino.
Arrepentirse significa cambiar de rumbo, volver a Dios, en este caso, creer en la Buena Noticia de Jesús.
Jesús llama, elige a sus discípulos para dar sentido comunitario a su misión. Sin comunidad no hay reino.
Tradicionalmente, los discípulos, los aprendices, los alumnos buscaban a su maestro.
Aquí, es Jesús el que toma la iniciativa; llama a sus discípulos y los hace pescadores de hombres.
Es fácil deducir que aquellos hombres (Simón, Andrés, Santiago y Juan), al sentir la llamada de Jesús lo dejaran todo y se fueran con Él, mostrando una generosidad total.
Estuvieron atentos a la llamada – “Venid conmigo” – y asumieron el compromiso de una labor difícil de hacer: “Os haré pescadores de hombres” (expresión bíblica que significa luchadores por el pueblo de Dios…), lo dejaron todo y le siguieron.
Jesús afirma que “se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios”.
El tiempo de nuestra vida, por tanto, el que vivimos ahora y aquí, es el tiempo que Dios nos da para escribir nuestra propia historia antes de encontrarnos con Él. Es nuestra oportunidad.
Los años de vida en este mundo son el tiempo de hacer de nuestra vida una vida útil, una vida con sentido.
Simón, Andrés, Santiago y Juan fueron llamados para realizar un trabajo concreto, con la advertencia de la necesidad de aprovechar al máximo su oportunidad, porque el tiempo huye, se va…
En algunos antiguos relojes de sol se podía leer un texto algo pesimista, pero muy real, en referencia a las horas del tiempo: todas indican, la última mata.
Nosotros, podríamos hacer un comentario algo diferente: y más esperanzador: todas las horas son buenas y necesarias para hacer el bien, aunque nos cansemos; y solamente en la última encontraremos el reposo para siempre…
No malgastemos el tiempo de la vida mientras tengamos posibilidades de hacer cosas.

Oración de José María R. Olaizola – “Desde el vientre materno” 
Desde el vientre materno,
Desde antes de mi tiempo y mi conciencia crees en mí.
Mucho más que yo mismo.
Crees que puedo. Que valgo.
Cuentas con mis manos y mis pasos, con mis flaquezas y mis talentos.
Cuentas con mi amor, que es tu reflejo.
Con mi fe, que es tu regalo.
Y me haces imprescindible para construir tu Reino.
Eso me asusta y me ilusiona, me provoca y me invita.
Tú sabrás lo que haces Señor, al confiar en alguien tan frágil-
Pero por intentarlo no va a quedar.
Aquí estoy.

 Os informamos que el próximo encuentro será: 
el viernes 17 de febrero a las 19:30 (tercer viernes de mes).





 




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