domingo, 21 de abril de 2024

VEN Y VERAS

 

EL BUEN PASTOR DA LA VIDA POR EL PUEBLO

Evangelio de san Juan 10, 11 – 18

 

Nuevamente, a través de esta experiencia comunitaria y con la imprescindible ayuda del Espíritu Santo, intentaremos tener un encuentro personal con Jesús de Nazaret, y experimentar la presencia de Dios.

 

El evangelio del domingo y que proclamaremos, es de Juan. Entramos en la cuarta semana de Pascua. Y el evangelio nos habla del buen pastor. Su estilo es el amor, la entrega, pastorear cuidando la vida, especialmente la de los pobres y perdidos. Ahora, resucitado, sigue sirviendo y dando la vida entre el esfuerzo diario, llevándonos a zonas de refugio y alimento con el mimo que solo Él sabe dar, porque hay muchos lobos que asedian nuestra vida y su rebaño.

Nosotros muchas veces estamos tentados a escapar a parajes solitarios e inhóspitos, lejos de la voz del pastor. Pero Cristo siempre nos busca, uno a uno, para llevarnos a la tierra de la comunidad que Él pastorea.

 

Invocación del Espíritu Santo

Proclamaremos esta oración

Ven, Espíritu Santo,       y enséñame a esperar.

Porque las cosas que deseo no llegan rápidamente,

enséñame a esperar.

Porque no puedo pretender que los demás cambien de un día para otro,                                                                                                                      enséñame a esperar.

Porque yo mismo voy cambiando muy lentamente,

enséñame a esperar.

Porque la vida tiene sus estaciones y todo llega a su tiempo,

enséñame a esperar.

Para que acepte que no estoy en el cielo sino en la tierra,

enséñame a esperar.

Para que no le exija a este día lo que no me puede dar,

enséñame a esperar.

Para que reconozca que el mundo no puede estar a mi servicio,

enséñame a esperar.

Ven Espíritu Santo, y enséñame a aceptar que muchas cosas se postergan, para que valore lo que la vida me propone ahora, aunque sea pequeño, aunque parezca poco.

Ven, Espíritu Santo, enséñame a esperar, Amén.”

Evangelio de san Juan 10, 11-1833

En aquel tiempo, dijo Jesús: “Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el Buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo Pastor. Por eso me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre.”

Comentario – reflexión sobre el evangelio

                  Es tradicional que este cuarto domingo de Pascua sea conocido como el domingo del buen Pastor, ya que es el texto que se lee en el evangelio.

El pueblo de Israel, que era un pueblo de pastores, extrapolaba la palabra ganado como sinónimo de pueblo, y la palabra pastor como sinónimo de dirigente político o religioso; y en esta comparación no se ha de poner el acento en la inferioridad o sumisión de las ovejas, sino en el deber de los pastores en velar por el ganado, marcando claramente la diferencia entre los pastores asalariados y los buenos pastores…

Hoy, en el evangelio de Jesús se autodefine como Buen Pastor y se encarga de mostrarnos cuáles han de ser las cualidades que ha de tener cualquiera que quiera considerarse un buen pastor… entendiendo como a tal un padre, una madre, un educador, un político, un cuidador, o cualquiera que tenga personas a su cargo…

Y son tres las características que señala el evangelio como indicadoras de ser buen pastor:

                  -dar la vida por las ovejas, es decir, ir desgastando libremente la propia vida compartiéndola con los demás, buscando siempre su felicidad;

                  -conocer las ovejas, es decir, tener siempre conciencia de que estamos tratando con personas, conscientes de lo que esto significa;

                  -y procurar formar grupos en los que nadie se sienta excluido por razones de ideas, razas, nacionalidades, situaciones económicas, etc.

El evangelio de hoy es una buena herramienta para analizarnos y autodefinirnos personalmente.

Invitación a tres minutos de silencio.

Os pedimos ahora tres minutos de silencio. Algo tan sencillo, tan simple y sin embargo a veces, tan complicado.

Tres minutos de nuestro tiempo, tres minutos para nosotros mismos, para interiorizar, sin preocuparnos por nada, solo tres minutos, sin prisas, para que la paz llegue a nuestro interior, a nuestro corazón.

En la meditación, se usa la fórmula de repetir una palabra y es lo que os proponemos hoy. El proceso es muy sencillo y simple.

Proponemos la palabra “Maranathá”, que significa “Ven Señor” en arameo, la lengua de Jesús. La repetiremos en silencio, ésta o la palabra que hayamos escogido; para nosotros mismos, así de simple y sencillo.

Nos vendrán pensamientos a la mente; los ignoramos y volvemos a la palabra. Tres minutos de silencio, repitiendo lentamente para nosotros, volviendo a ella cuando nos distraigamos, cuando nos despistemos; por un ruido, por un coche… simplemente volveremos a la palabra y continuamos.

Nos ponemos cómodos, con la espalda recta, cerramos los ojos.

Respiramos profundamente, relajados, y comenzamos a repetir interiormente la palabra que hayamos elegido

Solo tres minutos.

Demos gracias al Señor. Y que mejor forma de hacerlo; que a través de la oración que nos enseñó Jesús:

Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

Amén.

En nombre de todo el grupo, Amparo, Carme, Roser, Manuel, Eulogi, y de Mn. Manel Simó, muchas gracias por participar en este encuentro.

Os informamos que el próximo encuentro el viernes 17 de mayo a las 19:30.

Parroquia N.S. Salas Viladecans.




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