SANTA MARIA MAGDALENA. VILADECANS
40 anys (1972-2012) de servei a la comunitat
n. 342 - 19 de maig 2013
Web de la parròquia: santamariamagdalenaviladecans.blogspot.com.es
email de Mn. Manel: manel.sim70@gmail.com
Veniu, Espetir sant!
En aquest any de la Fe, i quan s’han complert ja 50 anys de la convocatòria del Concili Vaticà II, vull començar recordant un esplèndid text conciliar sobre la festivitat de Pentecosta que avui celebrem:
“El dia de la Pentecosta fou enviat l’Esperit Sant perquè santifiqués incessantment l’Església... L’Esperit habita en l’Església i en el cor dels fidels com en un temple, hi prega i hi dóna testimoniatge de l’adopció de fills i filles de Déu per adopció. Ell guia l’Església vers la veritat completa. unifica en la comunió i el ministeri, i amb diversos dons la instrueix i la dirigeix, embellint-la amb els seus fruits. (Constitució Lumen gentium n. 4)
La festa d’avui és, per a l’Església, la més important després de la Resurrecció; i les lectures que ens ofereix la litúrgia de la Paraula ens diuen que la presència de l’Esperit ens aporta un llenguatge intel·ligible per a tothom (primera lectura), els fruits que neixen de l’interior de les persones (segona lectura), i la veritat completa (evangeli)
D’altra part, a la Seqüència del segle XIII, obra del Papa Innocenci III, que hem llegit abans de l’evangeli hi ha una magnífica pregària que cal remarcar: Veniu, Esperit Sant, renteu tot el que no és net, regueu tot el que és sec, guariu tot allò que està malalt; feu flexible allò que està encarcarat, escalfeu el que està fred; orienteu tot allò que va desencaminat...
Durant aquest curs, la Catequesi d’adults de la nostra Parròquia ha estat estudiant els dons i els fruits de l’Esperit Sant, i és molt important que deixi de ser el gran desconegut, perquè no en va diem en el Credo que és Senyor i infon la vida. I tots necessitem aquesta vida. que Ell ens dóna
Manel Simó
La Puntilla
Personas
Tengo la suerte de tener muchas personas que me envían power-points que valen la pena. Con frecuencia nos quejamos de los inconvenientes que presentan hoy las nuevas tecnologías, pero no valoramos que tienen también su lado muy positivo.
Por ejemplo, el de contribuir a difundir mensajes que hacen pensar.
Y digo esto porque, entre los mensajes recibidos esta semana, he podido leer un pensamiento del escritor y poeta uruguayo Mario Benedetti (1920-2009) que refleja muy bien una tipología de personas que solemos descubrir a nuestro alrededor.
Afirma Benedetti:
–Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y lo hace…
Glosando este afirmación, se pueden distinguir diversos tipos de personas:
–las que vibran por todo lo que sucede a su alrededor; y las que parece que ya han dejado morir su capacidad de vibración;
–las que sólo actúan si les empujan; y las que mantienen viva su capacidad de iniciativa;
–las que únicamente son capaces de obedecer órdenes y consignas de los demás; y las que obran con plena fidelidad a su conciencia;
–y las que saben lo que hay que hacer, pero no lo hacen; o las que hacen, en efecto, lo que creen que hay que hacer.
¿Dónde nos situamos nosotros?
COMUNITAT VIVA / 40 anys 1972-2012
Bautizo: El próximo sábado será bautizada en nuestra Parroquia la niña Noa Núñez
La semana
Día 20: Lunes de Pentecostés: no habrá ninguna celebración.
Día 25, sábado: A las 6 de la tarde, última sesión de Catequesis de adultos.
Día 26, domingo_ A las 11 de la mañana, Misa en la Plaça de la Diversitat, con motivo de la fiesta Mayor del barrio de Sales.
Se recuerda que la Parroquia está abierta los miércoles de 7 a 8, durante todo el mes de mayo, para quienes deseen acudir a celebrar el mes de María y/o hacer un rato de oración, recibir la Eucaristía, etc.
El pasado 16 de mayo, el Papa Francisco pronunció un importante discurso delante de nuevos embajadores ante la Santa Sede , sobre la necesidad de afrontar una reforma financiera ética. He aquí algunos párrafos:
Nuestra humanidad está viviendo en la actualidad como un momento álgido de su propia historia, teniendo en cuenta los avances registrados en diversos campos. Debemos alabar los logros positivos que contribuyen al auténtico bienestar de la humanidad, como por ejemplo en los ámbitos de la salud, de la educación y de la comunicación. Sin embargo, también hay que reconocer que la mayoría de los hombres y las mujeres de nuestro tiempo siguen viviendo, en precariedad cotidiana, consecuencias funestas. Algunas patologías aumentan, con sus consecuencias psicológicas; el miedo y la desesperación de apoderan de los corazones de numerosas personas, incluso en los llamados países ricos; la alegría de vivir va disminuyendo; la indecencia y la violencia aumentan; la pobreza se vuelve cada vez más impactante. Se tiene que luchar para vivir, y, a menudo, para vivir sin dignidad. Una de las causas de esta situación, en mi opinión, se encuentra en nuestra relación con el dinero, y en nuestra aceptación de su imperio y dominio en nuestro ser y en nuestras sociedades. De este modo, la crisis financiera que estamos viviendo nos hace olvidar que su primer origen se encuentra en una profunda crisis antropológica, en la negación de la primacía del hombre. Hemos creado nuevos ídolos. La adoración del antiguo becerro ha encontrado una imagen nueva y despiadada en el fetichismo del dinero y en la dictadura de la economía sin rostro y sin un objetivo verdaderamente humano…
El ser humano es considerado hoy como un bien en sí que se puede utilizar y luego desechar. En este contexto, la solidaridad, que es el tesoro de los pobres, se considera a menudo contraproducente, contraria a la racionalidad financiera y económica...
Y detrás de todo esto se encuentra el rechazo de la ética, el rechazo de Dios. Igual como la solidaridad, la ética molesta. Se considera contraproducente, demasiado humana porque relativiza el dinero y el poder. La ética lleva hacia Dios, que está fuera de las categorías del mercado...Dios es considerado por los financieros, economistas y políticos, como no manejable, incluso peligroso…
La ética permite crear un equilibrio y un orden social más humano.
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