Guion 58º - EL FARISEO Y EL
PUBLICANO
Evangelio de San Lucas 18, 9-14
octubre de 2019 Parroquia N.S. Salas
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Hoy, a través de esta experiencia comunitaria y con la
imprescindible ayuda del Espíritu Santo, intentaremos tener un encuentro
personal con Jesús de Nazaret, y experimentar la presencia de Dios.
Continuamos con la fórmula de trabajar las lecturas que
se proclamarán el domingo.
hoy una lectura del Evangelio de san Lucas.
Se nos ofrece hoy una parábola en la que los
protagonistas son un fariseo y un publicano, un recaudador de impuestos, que
están orando en el templo.
Dicen, que tal como se vive, así se reza y no al revés.
El fariseo y el publicano de este evangelio son dos formas de vivir; son dos
sensibilidades ante Dios por la manera de relacionarse con Él, y dos
sensibilidades en la relación con los demás.
Una parábola que Jesús dirige a algunos que se tenían por
justos y despreciaban a los demás, por el solo hecho de cumplir las normas y
los preceptos.
Escuchemos, reflexionemos y oremos juntos.
CAMINANDO
CON EL ESPÍRITU
Espíritu
Santo,
eres
viento:
llévame
donde quieras;
eres
brisa:
déjame
respirar lo nuevo;
eres
fuerza:
levántame
del suelo;
eres
vida:
dame
pasón por la vida;
eres
alimento:
nútreme
de tu savia;
eres
luz;
ilumíname
con tus rayos;
eres
calor:
calienta
mi existencia;
eres
libertad:
hazme
libre;
eres
fecundidad:
cúbreme
con tu sombra;
eres
agua viva:
dame
de beber;
eres
respuesta:
dame
fuerza para decir sí
al
Padre,
al
Hijo
y
a ti, Espíritu Santo.
Lectura
del Evangelio de San Lucas 18 ,9-14
En
aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí
mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola:
- “Dos hombres subieron al templo a orar. Uno
era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su
interior:
“¡Oh
Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos,
adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo
de todo lo que tengo.”
El
publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al
cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo:
“¡Oh
Dios!, ten compasión de este pecador.”
Os
digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se
enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.”
SILENCIO – 1 o
2 minutos aprox.
COMENTARIO DEL EVANGELIO PROCLAMADO:
Nos
encontramos, una vez más, con una parábola donde queda claramente explicado
cual es el objetivo que pretende Jesús.
Expone
una parábola a unos que se creían seguros de sí mismos y despreciaban a los
demás.
Tenemos
por tanto en esta parábola, dos tipos de personas; las que rezan mirándose
solamente a sí mismas, y las que rezan hacia Dios.
Dicho
de otra manera, las personas que van por la vida sintiéndose siempre justas y
perfectas, menospreciando, por tanto, a los demás, y las personas que sin
ningún tipo de complejo de inferioridad reconocen desde la fe y la gratuidad de
Dios; que son lo que son no solamente por sus propios méritos y esfuerzos, sino
también por la gracia de Dios; y que, además, no siempre sus actos y decisiones
son plenamente los más acertados.
Pensemos
también que los dos personajes de la parábola eran en su tiempo enemigos
irreconciliables. Los fariseos se consideraban perfectos ante Dios porque
cumplían al pie de la letra las leyes, mientras que los publicanos,
-recaudadores de impuestos del imperio romano- eran tildados de antipatriotas y
explotadores, o como nos dicen en el texto: ladrones, injustos, adúlteros o
pecadores…
Hoy
también en nuestras sociedades e instituciones se dan estos dos tipos de
personajes: aquellos que se dicen a sí mismos: yo soy como se debe de ser;
y aquellos que se preocupan más de analizar un poco más en profundidad cómo
hay que ser…, reconociendo que no siempre llegamos a las exigencias del
comportamiento ético y moral.
Podríamos
decir, en definitiva, y de alguna manera, que nuestras oraciones nos
identifican: dime como rezas y te diré como eres…, y dime cómo eres y te diré como
rezas…
En una sociedad con una gran tendencia a pegar
etiquetas a las personas, el evangelio de hoy nos ofrece una buena herramienta
de autoanálisis de la verdadera identidad de cada uno.
SILENCIO 1 - 1:30 minutos
Silencio unos 30”
Creo en Ti, confío en Ti y te amo, ilumina este rato de
meditación para que nada me distraiga y sepa guardar el silencio que me permita
realmente conocer tu voluntad.
Silencio unos 30”
Señor, ayúdame a saber aprovechar mi tiempo,
especialmente este momento de meditación.
Silencio unos 30”
Estamos ante Ti, Señor, porque sabemos que nos quieres.
Silencio unos 30”
Estamos ante Ti Señor, con nuestra vida, nuestra familia,
nuestro trabajo, nuestra oración.
Silencio unos 30”
Estamos ante Ti en los dolores y las tristezas, las
alegrías y las ilusiones.
Silencio unos 30”
Estamos ante Ti, Señor, porque das confianza a nuestra
vida.
Silencio unos 30”
Estamos ante Ti Señor, porque tu eres nuestro Padre.
Ahora podemos rezar: Padrenuestro
En nombre de todo el grupo, de Carme, Amparo, Roser,
Manuel, Paco, Eulogi y Mn. Manel Simó, agradecemos la confianza que depositáis
nuevamente en nosotros.
El próximo encuentro será: el
viernes 15 de noviembre a las 19:30
(tercer viernes de mes).
El miércoles día 6 de noviembre, lectura compartida
Evangelio de Marcos.
Parroquia N.S. Salas,Viladecans.
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