PARRÒQUIA
DE SANTA MARIA
MAGDALENA
DE VILADECANS
23/2/2020. Núm: 662
Diumenge VII
Invoco la intercesión
de la Bienaventurada Virgen María sobre la próxima Cuaresma, para que
escuchemos el llamado a dejarnos reconciliar con Dios, fijemos la mirada del
corazón en el Misterio pascual y nos convirtamos a un diálogo abierto y sincero
con el Señor. De este modo podremos ser lo que Cristo dice de sus discípulos:
sal de la tierra y luz del mundo. Papa Francisco
L’EVANGELI DEL DIUMENGE
Continuem en el "Sermó de la muntanya". Dir-li «Pare» a Déu no
és una pura comparació o metàfora que serviria per dir que Déu estima com si
fos un pare. No. Aquesta expressió és un anunci, un Evangeli, que proclama qui
és Déu, quin és el seu ésser. Perquè Jesús pugui dir «Pare», abans, ha escoltat
que Algú li diu «Fill» (Mt 3,16). És a dir, Déu és el Pare de Jesucrist.
Jesucrist és Aquell a qui Déu anomena Fill.
Jesús ens comunica la paternitat de Déu, ens fa participar de la seva
filiació. Ens dóna Déu com a Pare nostre. En el baptisme que hem rebut, Déu ens
ha cridat dient «fill» o «filla» a cadascun de nosaltres. I nosaltres vivim tot
responent: «Pare». La nostra identitat ens és donada per aquesta filiació. Som
fills i filles del Pare.
INFORMACIONS
1)
Aquest dissabte dia 22 de febrer l’Esplai Llumvi
participa amb una magnífica carrossa al Carnestoltes de Viladecans. No
us la perdeu!
2)
Dilluns 24 de febrer a les 19’15 h. a Sant Joan: pregària
del Sant Rosari. Setmanal.
3)
El proper 26 de febrer, dimecres de Cendra, a
les 19 h. Missa i imposició de les cendres a Santa Maria Magdalena.
4)
Dimecres a les 20 h. Missa i imposició de la cendra
a la parròquia de Sant Joan. Deixem-nos reconciliar amb Déu!
5)
Dijous 27 a les 17 h. a St. Joan, reunió de
preparació del 75 è aniversari de la parròquia.
6)
Divendres 28 de febrer a les 17’30 h. a la parròquia
de Sant Joan: Viacrucis. Setmanal.
7)
Divendres 28 de febrer a la Sagrada Família, Nit
dels animadors de la fe.
8)
Dissabte 29 de febrer a les 10 h. a la parròquia de
Santa Maria de Castelldefels: Reptes de la doctrina social de l’Església,
avui. Si algú te alguna dificultat per anar-hi que ens ho digui.
9)
Dissabte 29 de febrer a les 18’30 h. a la parròquia
de Santa Maria Magdalena Missa Familiar. Inici de la Quaresma.
10) Diumenge dia 1 de març a les 13
h. en el Cúbic Missa Rociera en el dia de Andalusia.
11) Diumenge 1 de març a Begues, Jornada
de formació per monitors d’esplai Zona 8 i 9.
MENSAJE
DEL PAPA FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2020
«En nombre de Cristo os pedimos que os
reconciliéis con Dios» (2 Co 5,20)
Queridos hermanos y hermanas: El Señor nos vuelve a
conceder este año un tiempo propicio para prepararnos a celebrar con el corazón
renovado el gran Misterio de la muerte y resurrección de Jesús, fundamento de
la vida cristiana personal y comunitaria. Debemos volver continuamente a este
Misterio, con la mente y con el corazón. De hecho, este Misterio no deja de
crecer en nosotros en la medida en que nos dejamos involucrar por su dinamismo
espiritual y lo abrazamos, respondiendo de modo libre y generoso.
El
Misterio pascual, fundamento de la conversión. La alegría del cristiano brota de la escucha y de la
aceptación de la Buena Noticia de la muerte y resurrección de Jesús: el
kerygma. En este se resume el Misterio de un amor «tan real, tan verdadero, tan
concreto, que nos ofrece una relación llena de diálogo sincero y fecundo»
(Exhort. ap. Christus vivit, 117). Quien cree en este anuncio rechaza la
mentira de pensar que somos nosotros quienes damos origen a nuestra vida,
mientras que en realidad nace del amor de Dios Padre, de su voluntad de dar la
vida en abundancia (cf. Jn 10,10). En cambio, si preferimos escuchar la voz
persuasiva del «padre de la mentira» (cf. Jn 8,45) corremos el riesgo de
hundirnos en el abismo del sinsentido, experimentando el infierno ya aquí en la
tierra, como lamentablemente nos testimonian muchos hechos dramáticos de la
experiencia humana personal y colectiva…
Papa Francisco.
Por eso, en esta Cuaresma
2020 quisiera dirigir a todos y cada uno de los cristianos lo
que ya escribí a los jóvenes en la Exhortación apostólica Christus vivit: «Mira
los brazos abiertos de Cristo crucificado, déjate salvar una y otra vez. Y
cuando te acerques a confesar tus pecados, cree firmemente en su misericordia que
te libera de la culpa. Contempla su sangre derramada con tanto cariño y déjate
purificar por ella. Así podrás renacer, una y otra vez» (n. 123). La Pascua de
Jesús no es un acontecimiento del pasado: por el poder del Espíritu Santo es siempre actual y nos permite
mirar y tocar con fe la carne de Cristo en tantas personas que sufren.
Urgencia
de conversión. Es saludable
contemplar más a fondo el Misterio pascual, por el que hemos recibido la
misericordia de Dios. La experiencia de la misericordia, efectivamente, es
posible sólo en un «cara a cara» con el Señor crucificado y resucitado «que me
amó y se entregó por mí» (Ga 2,20). Un diálogo de corazón a corazón, de amigo a
amigo. Por eso la oración es tan importante en el tiempo cuaresmal. Más que un
deber, nos muestra la necesidad de corresponder al amor de Dios, que siempre
nos precede y nos sostiene.
De hecho, el cristiano reza con la conciencia de ser
amado sin merecerlo. La oración puede asumir formas distintas, pero lo que
verdaderamente cuenta a los ojos de Dios es que penetre dentro de nosotros,
hasta llegar a tocar la dureza de nuestro corazón, para convertirlo cada vez
más al Señor y a su voluntad.
Así pues, en este tiempo favorable, dejémonos guiar
como Israel en el desierto (cf. Os 2,16), a fin de poder escuchar finalmente la
voz de nuestro Esposo, para que resuene en nosotros con mayor profundidad y
disponibilidad. Cuanto más nos dejemos fascinar por su Palabra, más lograremos
experimentar su misericordia gratuita hacia nosotros. No dejemos pasar en vano
este tiempo de gracia, con la ilusión presuntuosa de que somos nosotros los que
decidimos el tiempo y el modo de nuestra conversión a Él.
La
apasionada voluntad de Dios de dialogar con sus hijos.
El hecho de que el Señor nos ofrezca una vez más un
tiempo favorable para nuestra conversión nunca debemos darlo por supuesto. Esta
nueva oportunidad debería suscitar en nosotros un sentido de reconocimiento y
sacudir nuestra modorra. A pesar de la presencia —a veces dramática— del mal en
nuestra vida, al igual que en la vida de la Iglesia y del mundo, este espacio
que se nos ofrece para un cambio de rumbo manifiesta la voluntad tenaz de Dios
de no interrumpir el diálogo de salvación con nosotros. En Jesús crucificado, a
quien «Dios hizo pecado en favor nuestro» (2 Co 5,21), ha llegado esta voluntad
hasta el punto de hacer recaer sobre su Hijo todos nuestros pecados, hasta
«poner a Dios contra Dios», como dijo el papa Benedicto XVI (Enc. Deus caritas
est, 12). En efecto, Dios ama también a sus enemigos (cf. Mt 5,43-48).
El diálogo que Dios quiere entablar con todo hombre,
mediante el Misterio pascual de su Hijo, no es como el que se atribuye a los
atenienses, los cuales «no se ocupaban en otra cosa que en decir o en oír la
última novedad» (Hch 17,21). Este tipo de charlatanería, dictado por una
curiosidad vacía y superficial, caracteriza la mundanidad de todos los tiempos,
y en nuestros días puede insinuarse también en un uso engañoso de los medios de
comunicación.
Una
riqueza para compartir, no para acumular sólo para sí mismo.
Poner el Misterio pascual en el centro de la vida
significa sentir compasión por las llagas de Cristo crucificado presentes en
las numerosas víctimas inocentes de las guerras, de los abusos contra la vida
tanto del no nacido como del anciano, de las múltiples formas de violencia, de
los desastres medioambientales, de la distribución injusta de los bienes de la
tierra, de la trata de personas en todas sus formas y de la sed desenfrenada de
ganancias, que es una forma de idolatría.
Hoy sigue siendo importante recordar a los hombres y
mujeres de buena voluntad que deben compartir sus bienes con los más
necesitados mediante la limosna, como forma de participación personal en la
construcción de un mundo más justo. Compartir con caridad hace al hombre más
humano, mientras que acumular conlleva el riesgo de que se embrutezca, ya que
se cierra en su propio egoísmo. Podemos y debemos ir incluso más allá, considerando
las dimensiones estructurales de la economía. Por este motivo, en la Cuaresma
de 2020, del 26 al 28 de marzo, he convocado en Asís a los jóvenes economistas,
empresarios y change-makers, con el objetivo de contribuir a diseñar una
economía más justa e inclusiva que la actual. Como ha repetido muchas veces el
magisterio de la Iglesia, la política es una forma eminente de caridad (cf. PÍO
XI, Discurso a la FUCI, 18 diciembre 1927). También lo será el ocuparse de la
economía con este mismo espíritu evangélico, que es el espíritu de las
Bienaventuranzas.
Invoco la intercesión de la Bienaventurada Virgen
María sobre la próxima Cuaresma, para que escuchemos el llamado a dejarnos
reconciliar con Dios, fijemos la mirada del corazón en el Misterio pascual y nos
convirtamos a un diálogo abierto y sincero con el Señor. De este modo podremos
ser lo que Cristo dice de sus discípulos: sal de la tierra y luz del mundo (cf.
Mt 5,13-14). FRANCISCO.
bisbat de Sant
Feliu
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Viladecans:
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de la Mare de Déu de Sales
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