lunes, 23 de mayo de 2022

VEN Y VERAS- JESÚS NOS DA EL ESPÍRITU Y LA PAZ Evangelio de San Juan 14, 23 – 29

 


JESÚS NOS DA EL ESPÍRITU Y LA PAZ

Evangelio de San Juan 14, 23 – 29 

Nos encontramos ante el sexto domingo de Pascua, y la lectura del evangelio de hoy y del próximo domingo corresponde a Juan.

Forma parte del llamando “discurso de despedida”, que se sitúa durante la última cena.

Un discurso que sirve para que seguidores y seguidoras de Jesús, encuentren, encontremos, aliento y esperanza.

En él, Jesús nos dará el Espíritu y la Paz.

ORACION:

“Ven, Espíritu Santo, y enséñame a esperar.

Porque las cosas que deseo no llegan rápidamente, enséñame a esperar.

Porque no puedo pretender que los demás cambien de un día para otro, enséñame a esperar.

Porque yo mismo voy cambiando muy lentamente, enséñame a esperar.

Porque la vida tiene sus estaciones y todo llega a su tiempo, enséñame a esperar.

Para que acepte que no estoy en el cielo sino en la tierra, enséñame a esperar.

Para que no le exija a este día lo que no me puede dar, enséñame a esperar.

Para que reconozca que el mundo no puede estar a mi servicio, enséñame a esperar.

Ven Espíritu Santo, y enséñame a aceptar que muchas cosas se postergan, para que valore lo que la vida me propone ahora, aunque sea pequeño, aunque parezca poco.

Ven, Espíritu Santo, enséñame a esperar, Amén.”

Evangelio de San Juan 14, 23 -29

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. 24El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. 25Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, 26pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. 27La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde. 28Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. 29Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda sigáis creyendo.

Comentario – reflexión sobre el evangelio

         El tema central del evangelio de hoy, situado en la despedida de Jesús de sus apóstoles antes de ir a la Pasión, se centra en la entrega que les hace de la paz, palabra que remite al Shalom hebreo, y que es mucho más que un simple saludo, o una mera ausencia de guerra. Es una paz que no puede entenderse sin la justicia, porque la paz y la justicia se abrazan, como dice el salmo 85.

         Por otra parte, el comentario de este evangelio podemos obtenerlo de un relato que dice así:

         Había dejado ir sus dedos sobre el teclado del ordenador y se dio cuenta de que había escrito un montón de interrogantes sin respuestas: ¿Se acabarán algún día las guerras y las violencias? ¿Por qué esta terrible guerra de Ucrania? ¿Seremos capaces los humanos de amarnos y perdonarnos? ¿Por qué cada vez parece más inalcanzable una comunión fraterna, pacífica, respetuosa, tolerante y acogedora? ¿Qué precio tenemos que seguir pagando para alcanzar la paz?...

         Estaba muy nervioso y dejó de escribir.

         Más tarde, releyendo el evangelio, encontró las palabras de Jesús que se leen en la liturgia de este sexto domingo de Pascua: “la paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo…”

         Volvió al ordenador y escribió:

         Solamente mi esfuerzo, mi trabajo, y mi oración harán posible que pueda encontrar pequeñas respuestas frente a las violencias. La paz no es simplemente un deseo voluntarista, ni una lamentación compasiva… La paz es el fruto natural de la justicia y del amor, y estos valores tenemos que trabajarlos cada día en nuestra vida cotidiana…

          Y terminó su escrito con la conocida oración franciscana: “Señor, haz de mí un instrumento de tu paz…”

         Al final del día había una serenidad diferente en su interior…

Os pedimos ahora tres minutos, tres minutos de silencio.

Algo tan sencillo, tan simple, y sin embargo a veces tan complicado.

Tres minutos de nuestro tiempo, tres minutos para nosotros, para interiorizar, sin pensar, tres minutos sin preocupaciones, solo tres minutos, sin prisas, para que la paz llegue a nuestro interior, a nuestro corazón, a nuestra mente, a nuestro cuerpo.

En la meditación, se suele usar la fórmula de repetir una palabra; y es lo que os proponemos hoy. El proceso es tan sencillo y tan simple que nos parecerá extraño. Pero si somos fieles a lo simple, a lo sencillo, nos servirá de ayuda.

Proponemos que la palabra sea “Maranathá”, que significa “Ven Señor” en arameo, la lengua de Jesús. Repitiendo las cuatro silabas, “MA, RA, NA, THA”; simple y sencillo.

Os vendrán pensamientos a la mente; simplemente ignoradlos y volved a la palabra. Tres minutos de silencio, repitiendo lentamente la palabra, volviendo a ella cuando nos distraigamos, cuando nos despistemos; bien por un ruido, unas campanas, un coche, unos niños, las tareas de la casa, la cena... volvemos a la palabra y continuamos.

Así pues, cerramos los ojos, respiramos profundamente, y comenzamos.

Recuerda regresar a la palabra cuando te des cuenta que has dejado de decirla. Solo tres minutos.

...

Tres minutos, gracias por vuestro tiempo, esperamos que la experiencia haya sido agradable y fructífera para todos.

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Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

Amén.

Os informamos que el próximo encuentro será el viernes 17 de junio a las 19:30 . en la parroquia Nuestra Señora de Salas, Viladecans.


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